Ciudad
Expulsión de la Compañía de Jesús por orden del Rey Carlos III. Los terrenos de la Estancia Jesuítica de Caroya pasan a disposición de la Corona española.
Se establece la Posta de las Carretas, un punto estratégico de descanso para viajeros y comerciantes. En este lugar existía un caserío con un almacén de ramos generales, árboles frondosos y cuerpos de agua permanentes que servían de bebederos para personas y animales.
A través de la Ley N° 1068, se declara la expropiación de terrenos para la construcción de vías férreas y estaciones del Ferrocarril Central del Este, infraestructura clave para el desarrollo económico y la conexión de la región con otras localidades.
El 13 de octubre, el Gobernador José Echenique autoriza la puesta en funcionamiento de la línea ferroviaria.
Se toma como fecha aproximada de fundación el año en que la Estación de Ferrocarril comienza a operar, transformando la zona en un punto de actividad económica y social. En ese entonces, el territorio estaba cubierto de algarrobos y espinillos.
La estación ferroviaria, originalmente llamada “Constitución”, pasa a denominarse “Estación Monte Cristo”, consolidando la identidad del poblado.
El ferrocarril impulsa el crecimiento económico y demográfico de la región. En total, se construyen y habitan catorce estaciones intermedias. La extracción de recursos forestales y el desarrollo de la producción agrícola y ganadera fortalecen la economía local. Monte Cristo se consolida con la llegada de nuevos pobladores, en su mayoría inmigrantes.
Monte Cristo se expande con la construcción de nuevas viviendas, infraestructura y servicios públicos, pasando de un pueblo con base ferroviaria a una ciudad en desarrollo.
Se celebran los 120 años de la ciudad con un evento que incluyó homenajes a los pobladores más antiguos, una muestra histórica y la remodelación de la Estación del Ferrocarril, reafirmando su importancia en la identidad de la comunidad.